Entre papeles, una nota suicida
Nunca destaque en tu agenda. Pero ahí estaba, en las notas del suicida. Nunca fui tan importante, y quizás sea el ego quien habla, pero extraño ese tiempo que nunca existió. Deambule cerca de vos, observando, esperando que detuvieras la mirada en mí, pero cuando al fin me mirabas yo te esquivaba. Miedo y asco resumen mi experiencia de vida. Nunca lo suficientemente cerca pero nunca tan lejano como para vivir en paz con mi soledad. No. Levantabas de cuando en cuando el velo de mi mirada perdida y me olvidabas al segundo siguiente, pero yo seguía ahí, escuchándote y esperándote. Eras feliz lo reconozco, al menos esa fue la cara que me mostraba cada tarde de sol o lluvia. Como interrumpir ese trance, esa mística tan sutil que se escondía en sus labios. Soñé con su cuello, alguna vez hasta pensé estar devorándolo, pero solo era un deseo de un tiempo perdido. La estupidez cantaba a dúo con la ansiedad, me hubiese gustado que escucharas esa tonada, tan chillante y armónica, un choque...