Alas blancas
Le temes a mis alas blancas
las mismas que me llevan lejos.
Lejos de tus lagrimas y de tus horas de renegado.
Mi lapida esta escrita en tinta sangre
Sangre de fronteras, lo sé.
Aún odias el agua salada.
Sigues diciendo que me quieres.
Nunca te arriesgarías por dinero para traer comida a los niños,
quizás un futuro que no es el tuyo.
Aún olvidas que me han hecho.
Dices que me quieres,
reafirmas tus ideas,
te vas, sin volver atrás.
El problema siempre suma cero.
¿Apología del dolor? quizás
¿Cancer en mis pulmones? Seguro
Cuando te levantas
¿Qué encuentras detrás de la puerta?
Cuando vas a dormir
¿No te atormentan las pesadillas?
¿Acaso ya no te escondes debajo de tus poderosas cobijas?
Me adviertes del peligro aun cuando mis manos piden tocar, llorar, sufrir...
Pero me quieres vivo para quererme.
Piadosas son las manos que indican el camino sano, dichosos nosotros los queridos que hemos sido invitados a ser sombras.
Me quieres eterno y lamento tanto haber renunciado a mi inmortalidad, pero fueron las caídas libres las que enamoraron este corazón que arden en taquicardia.
Sin mis alas ¿para qué quiero amor?
Gracias por quererme, es más de lo que merecen los míos, montón de ladrones, adictos, putas, maricas y traficantes de amores baratos, alcoholicos, traidores, apostadores, pajeros, piratas porno, músicos y poetas faltos de inspiración.
Gracias hermano por tanto querer y disculpa nuestra mala actitud pero
la escoria no pide consejos.
las mismas que me llevan lejos.
Lejos de tus lagrimas y de tus horas de renegado.
Mi lapida esta escrita en tinta sangre
Sangre de fronteras, lo sé.
Aún odias el agua salada.
Sigues diciendo que me quieres.
Nunca te arriesgarías por dinero para traer comida a los niños,
quizás un futuro que no es el tuyo.
Aún olvidas que me han hecho.
Dices que me quieres,
reafirmas tus ideas,
te vas, sin volver atrás.
El problema siempre suma cero.
¿Apología del dolor? quizás
¿Cancer en mis pulmones? Seguro
Cuando te levantas
¿Qué encuentras detrás de la puerta?
Cuando vas a dormir
¿No te atormentan las pesadillas?
¿Acaso ya no te escondes debajo de tus poderosas cobijas?
Me adviertes del peligro aun cuando mis manos piden tocar, llorar, sufrir...
Pero me quieres vivo para quererme.
Piadosas son las manos que indican el camino sano, dichosos nosotros los queridos que hemos sido invitados a ser sombras.
Me quieres eterno y lamento tanto haber renunciado a mi inmortalidad, pero fueron las caídas libres las que enamoraron este corazón que arden en taquicardia.
Sin mis alas ¿para qué quiero amor?
Gracias por quererme, es más de lo que merecen los míos, montón de ladrones, adictos, putas, maricas y traficantes de amores baratos, alcoholicos, traidores, apostadores, pajeros, piratas porno, músicos y poetas faltos de inspiración.
Gracias hermano por tanto querer y disculpa nuestra mala actitud pero
la escoria no pide consejos.
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