Walk on the Down Street

Bajo la aburrida luna sangrante
un viejo sax alargado en la noche. 
Las estrellas caen del suelo. 
El cielo llora, nocturno y moribundo. 

Las cinturas se han alejado. 
La melancolía del viejo que lo ha perdió todo.
Aún bajan las estrellas.
Somos mar, somos brizas, hojas de un peligroso vendaval. 

Lloran las calles, se levantan las estrellas. 
Se han cansado de llorar. 
Vos cansada de los bosques sin salida. 
Te has marchado ya. 
Caen los papeles, impotentes al viento. 

Las botellas vacías de los viejos amigos 
marcan el compás de este funeral. 
El viejo jazz, agotado de sonar. 
El cielo y las calles lloran al esperar. 

¿Qué sigue de nuestro verano? 
El frío invierno acurrucado en árboles deshojados. 
Deteniéndose, el viejo sax se deja acariciar por lágrimas, por brizas. 

Vayas donde vayas, escucha el viejo jazz.
El viejo sax de la melancolía. 

¿Cuántos pasos faltarán? 
Sólida la duda. 
Nena, me he dejado abandonar. 
¿Hasta cuando durará? 
Gary llora el tiempo que dura la eternidad. 
Mientras más dure el tiempo, más largo tu recuerdo. 

Mientras pienso, la vieja melodía se ha cansado de melancolía. 
Ya cansada, anda lento. 
Allá, donde sea el otro lado, se volverán a encontrar, todos, sin lugar y sin dudar.


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