He's Over

"Si un sistema, cualquiera que sea, religioso-teocrático (sea dentro o fuera de la organización de la iglesia), Estado (en su conjunto territorio/población/economía, Estado como soberano), Universitario/estudiantil (jerarquía de lo educativo/laboral, especialmente hablado de la educación "superior", el trabajo de la información teórica y aplicada), entre otros...

Cuando dicho sistema dado necesita, o se ve obligado, a dispersar sus propios "usuarios" (es decir, todo aquello que participe en el sistema) para poderse perpetuar; cuando ese sistema incurre en alejar, matar, desaparecer o simplemente a condicionar la dinámica del espacio -cárcel, hospital, parque, campus, ciudad, calle, etc.-, prohibiendo y condicionando estética y políticamente el ingreso, reunión y participación de sus individuos con el objetivo de (auto)conservarse (léase clasificación de lo excluido/incluido)...

A fin de cuentas, cuando un sistema no puede garantizarse estabilidad y se niega o no puede asumir su propia diversidad y complejidad, negándose a adaptarse a la aleatoriedad producto de su desarrollo, industrialización e historia, y entonces recurre, por ejemplo, a la arbitrariedad autoritaria, imponiendo un sistema de creación, identificación y eliminación "del enemigo" (nunca estrictamente definido, y por ello, adaptable a toda irrupción, por ello la frase "todos somos ilegales, todos somos terroristas"... En potencia al menos, determinado esto por el sistema jurídico, la ley burguesa/liberal, -hay muchos sistemas en esto, al parecer-).

Todo lo anterior en deterioro del diálogo y comunicación entre agentes, es decir el reconocimiento de los distintos intereses que se dan y establecen en un espacio y tiempo, lo único posiblemente que demostraría su poder como organizador centralizado de la sociedad, reconociéndole un control de la acción social... es entonces, allí, cuando muestra que "su Dios" (moneda, sistema moral, enseñanza e información, etc., el Bien que le es propio... en unas palabras, su seguridad de perpetuación).
Ha entrado en deterioro, entra en caducidad. Se trata de su verdadero rostro detrás de las mil máscaras: desesperación.

Muestra entonces que a entrado en estado crisis, puede y debe ser cambiado ¿cómo? Reconociendo su espacio de acción en relación con un conjunto de individuos diversos; de otra manera, desaparece. No es una avería, ni una anomia dispersa, no es un fallo del sistema a la manera de la narrativa de la ciencia ficción; es trata de su propio desmantelamiento como tal, inadaptable y por tanto, en estado de putrefacción.

En resumen, un sistema muerto y decadente muestra su verdadero rostro cuando recorta todo derecho de ingreso y relación del espacio y la diversidad que le es propia. Sus resultados moribundos no puede llamarse sistema, ni organización, ni nada... Su naturaleza sería otra. Ese sistema es inútil, es decadente, ese sistema debe morir para dejar espacio a otro que nazca de las condiciones reales de los individuos."




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